En el primer ciclo de Educación Primaria, hemos diseñado una experiencia lúdica en la que los niños y niñas exploran distintos desplazamientos mediante juegos interactivos. La actividad se centra en aprender a moverse de manera segura y saludable, descubriendo alternativas como caminar y usar la bicicleta, además de familiarizarse con normas básicas de movilidad. A través del juego, los alumnos adquieren habilidades sociales y desarrollan conciencia ecológica, comprendiendo el valor de la movilidad activa en su vida diaria y en el cuidado del entorno.
Metas y objetivos:
Explorar el mundo de los desplazamientos a través del juego: Despertar la curiosidad de los niños y niñas sobre las distintas formas de moverse, y cómo estas influyen en nuestra vida diaria y en el medio ambiente.


Desarrollar experiencias prácticas y sensoriales: A través de juegos y actividades de simulación, los alumnos comienzan a comprender conceptos básicos sobre la movilidad, la seguridad vial y la importancia del ejercicio.


Fomentar hábitos responsables y saludables: Se promueve el uso de desplazamientos activos, como caminar y montar en bicicleta, para mejorar la salud y reducir la dependencia de vehículos, reforzando la importancia de cuidar el entorno.

Relación con la LOMLOE:
Este proyecto se alinea con la LOMLOE, ya que promueve competencias relacionadas con la sostenibilidad, la autonomía y la educación en valores. A través de métodos activos y colaborativos, los estudiantes desarrollan hábitos de movilidad y se sensibilizan sobre el impacto de sus decisiones en el entorno, contribuyendo a la formación de ciudadanos responsables.
Metodología:
La metodología utilizada se basa en el aprendizaje activo y la experimentación a través del juego. Los niños y niñas participaron en actividades que simulan distintos desplazamientos, incluyendo recorridos a pie y en bicicleta, juegos de roles y dinámicas grupales. Estas actividades se realizaron tanto dentro del aula como en espacios abiertos del centro, favoreciendo el trabajo en equipo y la reflexión sobre la movilidad sostenible en su día a día.
Actividades realizadas:
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Juegos de roles y simulación de desplazamientos: Los alumnos representaron situaciones de tráfico seguro y de rutas sostenibles, aprendiendo las normas básicas de seguridad vial y la importancia de elegir modos activos de desplazamiento.


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Recorridos lúdicos por el entorno escolar: Se organizaron caminatas y pequeños circuitos en los que los estudiantes exploraron los espacios del colegio, identificando rutas seguras y disfrutando de la movilidad activa.


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Talleres creativos sobre movilidad: A través de actividades artísticas y manualidades, los alumnos diseñaron y crearon sus propios «vehículos» simbólicos utilizando materiales reciclados, enfatizando la importancia de un transporte ecológico y responsable.

Relación con la sostenibilidad:
Mediante estas actividades, el alumnado se familiariza con la movilidad como un medio para cuidar el medio ambiente. La práctica de desplazarse a pie o en bicicleta no solo favorece la salud, sino que también reduce la huella de carbono y promueve un estilo de vida más sustentable. Así, se estimula una conciencia temprana sobre la preservación de los recursos y el bienestar colectivo.
Propuestas de mejora:

Realizar visitas a entornos locales para poner en práctica la movilidad activa y aprender sobre la seguridad vial en contextos reales.



Implementar una campaña de “Rutas Seguras” en el centro escolar, con retos semanales que incentiven la participación en actividades de desplazamiento activo.



Ampliar las actividades lúdicas incluyendo tecnología interactiva, como apps educativas que muestren el impacto positivo de los desplazamientos sostenibles.

Evaluación:

Observación directa de la participación y el entusiasmo del alumnado durante los juegos y recorridos.

Evaluación de la comprensión de las normas de seguridad vial y de los conceptos de movilidad sostenible a través de actividades interactivas.

Reflexión grupal en la que los estudiantes comparten sus experiencias y proponen ideas para mejorar la movilidad activa en su entorno escolar.
¿Qué podemos ahorrar con este proyecto?

Sensibilización ambiental desde la infancia: Este enfoque educativo multiplica el impacto positivo en la comunidad al fomentar hábitos saludables y responsables.

Reducción en el uso de vehículos: Promoviendo el caminar y la bicicleta, se disminuye el consumo de combustibles fósiles y se minimizan las emisiones contaminantes.

Creación de un entorno escolar más saludable: Fomentar la movilidad activa contribuye a un ambiente más dinámico y amigable para todos, incentivando la actividad física diaria.
Resultado final:
El alumnado de primer ciclo ha participado activamente en juegos y actividades que fomentan la movilidad sostenible. Han aprendido de forma práctica la importancia de desplazarse de manera segura y saludable, adquiriendo hábitos que les ayudarán a cuidar el entorno y mejorar su bienestar. Además, han desarrollado habilidades de comunicación, trabajo en equipo y creatividad, integrando estos aprendizajes en su vida diaria y contribuyendo a la construcción de un futuro más sostenible.