En nuestro centro hemos aprovechado la celebración de Halloween para fomentar hábitos saludables entre nuestro alumnado. Con la ayuda de las familias, hemos organizado unos desayunos terroríficamente sanos, donde las frutas se disfrazaron de fantasmas, las mandarinas se convirtieron en calabazas y los plátanos en momias.
Una forma divertida y educativa de demostrar que comer sano también puede ser espeluznantemente delicioso. ¡Una alianza perfecta entre creatividad, nutrición y diversión!